domingo, 2 de marzo de 2014

LA CLAVE DEL SILENCIO



©Javier Pérez

LA CLAVE DEL SILENCIO

“La música convoca al lugar donde ella tiene lugar”
P. Quignard


Mis abuelos no escuchaban música. No escuché melodía alguna durante mi estadía en su casa. Pero mi abuela sabía hablar el idioma de los animales. Respondía a los relinchos de los caballos, emitía el canto agudo de los pájaros. Ahora que mi abuela está  sorda, qué animal es.
Mi abuelo quiso muerte la última vez que estuvo en la prisión nazi. Mi abuelo quiso muerte pero no tenía con qué. Golpeaba su pecho con los puños, como a un tambor. 


Natalia Litvinova
 del blog Casa Ajena

1 comentario:

natalia dijo...

Este escrito lo transformé en un poema.
Pero la melodía siguió siendo la misma.