El que cae, o el que está pronto a caerse, necesita asirse de algo, sostenerse, si no hay sostén el cuerpo se agarra a sí mismo, se autosostiene. Lo que el espacio no contiene lo contiene el propio cuerpo, que al caer "se aterra".
Variaciones de tono, cambios de postura, tensiones localizadas, son expresiones de la descontención del cuerpo en la búsqueda de organizar un sostén propio que reemplace o que supla las carencias del sostén del otro.
El miedo a la inmensidad, a los espacios demasiado abiertos, despojados de costados, es miedo a caer, a no encontrar un sostén. Ya no el apoyo de abajo, del suelo, de la tierra; sino el sostén primigenio, el que se produce en la espalda, en el pecho, en los costados.. Primero en el cuerpo materno, rodeado de suaves contornos. El nacimiento no es caída libre sino deslizamiento, pasaje de costado, de pecho, de espalda.
En los brazos del adulto el sostén del niño se concentra principalmente en los costados y en su espalda. Hay un escaso apoyo en las piernas y ninguno en los pies. El aumento del tamaño del niño que es sostenido lleva a que las piernas y los pies queden libres de contactos para el apoyo. Las zonas del cuerpo más protegidas son aquellas donde recae el temor más intenso. Temor a perder el contacto protector.
La espalda es concentración, densa superficie, en la cual se sitúa el peligro.
Sobre esto Jean Bergés dice:
"En el lenguaje común hay muchas expresiones que muestran como la espalda es el lugar del peligro. Es un fantasma recurrente el de ser apuñalado por la espalda"
Al decir que la espalda es el lugar del peligro remarcamos su simbología negativa. Podemos decir que la espalda es donde recae la amenaza porque es el lugar donde se ha instalado la confianza, es el lugar del peligro porque ella fue fundada en la seguridad del sostén primario
..."no conocemos nuestra espalda, la percibimos como eje del cuerpo, como sabemos Wallon la define como el lugar de la postura, es decir, el campo donde vienen a inscribirse las modificaciones tónicas en la relación con el mundo externo
El miedo a caer y el placer de caerse deslizándose suavemente cobran sentido cuando se los refiere a los orígenes, a la separación del niño del cuerpo de la madre´
En el niño que nace suceden fuertes sensaciones de desprendimiento, no del cuerpo que va a ser uno, separado, individualizado, sino del cuerpo indiferenciado, que siempre es mucho más, abarca mucho más que la superficie y el volumen real que el cuerpo tiene. Estas extensiones se producen a costa de un otro primordial, esencial, del cuerpo gestador. Los primeros meses de vida son tiempo de perimetraje, de límites y fronteras, de inventario del cuerpo del niño, de reconocimiento del cuerpo de la madre. La primera necesidad: ser sostenido
Daniel Calmels Juegos de Crianza
imágenes: Rene Magritte Retrato de Edward James - óleo -1937
fotografía de un bebé con su madre el primer día de vida de Frédéric Grimaud - 2010
Joshua Hoffine. fotografías de niño con serpiente y niña con osito. Escenografías construídas.
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