©Cerdsp - Hisrhhorn, Museo y Jardín de esculturas - Washington, Dc.
Si yo perdono solamente lo que es perdonable, no perdono nada.
Alguien ha cometido una falta, una ofensa o uno de los crímenes abominables [...] Yo no puedo perdonarlo.
Si yo perdono lo que no es sino venial, es decir excusable, perdonable, ligera falta, falta medida y mensurable, determinada y limitada, en ese momento, no perdono nada. Si yo perdono porque es perdonable, porque es fácil de perdonar, no perdono.
Por consiguiente, si yo perdono solo puedo perdonar allí donde existe lo imperdonable. Allí donde no es posible perdonar. Dicho de otro modo, el perdón, si existe, debe perdonar lo que es imperdonable, de otro modo, no es perdón.
El perdón si es posible, no puede advenir sino como imposible.
Jacques Derrida
El perdón.
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