©Maurice Maurel - John Steinbeck - EEUU - 1962
En noviembre de 1958, John Steinbeck —el famoso autor de Las uvas de la ira, De ratones y hombres, Al este del edén— recibió una carta de su hijo mayor, Thom, que estaba en un internado. En ella le contó de una muchacha, Susan, de la que él creía que se había enamorado.
Steinbeck le respondió ese mismo día. Esta es la hermosa carta con su perspectiva y sus consejos de amor.
Nueva York
10 noviembre 1958
Querido Thom:
Recibimos tu carta esta mañana. La contestaré desde mi punto de vista y, por supuesto, Elaine lo hará desde el suyo.
Primero. Si estás enamorado, es algo bueno, es tal vez lo mejor que puede pasarle a cualquier persona. No dejes que nadie te lo haga menos o le quite su importancia.
Segundo. Hay varios tipos de amor. Uno es una cosa egocéntrica, egoísta, malvada que utiliza el amor para la importancia propia. Esa es la clase fea e incapacitante. La otra es una forma de despertar todo lo bueno en ti: amabilidad y consideración y respeto, no sólo el respeto social de los modales, sino también la más grande forma de respeto que es el reconocimiento de otra persona como única y valiosa. El primer tipo de amor te puede enfermar y encoger y debilitar, pero el segundo te puede despertar fuerza y valor y amabilidad e incluso sabiduría que no sabías que tenías.
Dices que esto no es amor adolescente. Si lo sientes así de profundo, por supuesto que no es amor adolescente.
Pero no creo que me estuvieras preguntando qué sientes. Eso tú lo sabes mejor que cualquiera. Lo que quieres es que te ayude a saber qué hacer al respecto… y puedo ayudarte.
Celébralo y alégrate y agradécelo.
El objeto del amor es el mejor y el más hermoso. Trata de vivir a la altura de ello.
Si amas a alguien —no hay daño posible en decirlo— sólo debes recordar que algunas personas son tímidas y en ocasiones decirlo debe tomar en consideración esa timidez.
Las mujeres tienen una forma de sentir lo que sientes… pero usualmente también les gusta escucharlo.
A veces ocurre que lo que sientes no es correspondido por alguna razón u otra, pero eso no hace a tus sentimientos menos valiosos o buenos.
Finalmente, sé lo que sientes porque yo lo siento, y estoy contento en que lo sientas.
Estaremos encantados de conocer a Susan. Será muy bienvenida. Pero Elaine hará todos los arreglos porque esa es su área y ella estará muy contenta de hacerlo. Ella también sabe de amor y tal vez ella pueda darte más ayuda que yo.
Y no te preocupes por la pérdida. Si es lo correcto, sucederá. Lo importante es no apresurarse. Nada bueno se pierde.
Con amor,
Fa
©Jim Mourgos - Museo Steinbeck
Vía
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