©Sitios en el Corazón - Gilles Deleuze en St. Leonard de Noblat - 1994. A partir de una fotografía de Hélène Bamberger. (foto inédita en la red)
El viaje, el movimiento, la desterritorialización adquieren, gracias a la imagen del rizoma, una dimensión más precisa.
No son más vitales los individuos que hoy en día se desplazan de un lado para otro casi sin parar, por trabajo o como turistas, ni los que cambian de domicilio o de amante continuamente.
El rizoma no abandona un territorio para ocupar otro, sino que conecta nuevos territorios y los invade con su color, con sus formas, con su perfume, que van cambiando y fusionándose con los colores formas y perfumes de lo invadido.
Se puede ser un sedentario, o un amigo y amante fiel y moverse entre las cosas, estar siempre en el medio, no dejar de hacer mundo. Y, por el contrario, se puede ser viajero empedernido, que cambia de lugares y amores y, sin embargo, siempre estar en el mismo sitio.
Gilles Deleuze
©Suzanna Lang - Writings on walls - óleo sobre lienzo
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