©Ulf Andersen - Alain Badiou - 1998
Descubrí la obra de Beckett a mediados de los años cincuenta. Fue un encuentro real, un golpe subjetivo de géneros que me dejó una huella indeleble.
Así es que, cuarenta años después, puedo decir con Rimbaud: "Estoy aquí, estoy siempre ahí" [j'y suis, j'y suis toujours].
Esta es la principal tarea de la juventud: el encuentro de lo inefable, y por lo tanto para convencerse, en contra de los desilusionados, que la tesis de que "nada es, nada es valioso" es a la vez falso y opresor.
Alain Badiou
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