Samuel Beckett
Cada palabra es como una innecesaria mancha en el silencio y en la nada.
El cliente: Dios hizo el mundo en seis días, y usted no es capaz de hacerme un pantalón en seis meses.
El sastre: Pero señor, mire el mundo y mire su pantalón.
Yo, que no sé nada, sé que mis ojos están abiertos, porque las lágrimas no dejan de caer.
Sí, en mi vida, si se puede llamar así, hay tres cosas: la incapacidad de hablar, la imposibilidad de estar en silencio, y la soledad, que es lo mejor que he hecho
Eso que llaman el amor es el exilio, con una postal del país de vez en cuando.
Porque no saber nada no es nada, no querer saber nada tampoco, pero lo que es no poder saber nada, saber que no se puede saber nada, este es el estado de la perfecta paz en el alma del negligente pesquisidor.
Deplorable manía, cuando ocurre algo, querer saber qué es.
SAMUEL BECKETT. En 1933, a consecuencia de la muerte de su padre, necesitó tratamiento psicológico. Fue atendido durante dos años en la Tavistock Clinic por el Dr. Wilfred Bion, quien le animó a asistir a una conferencia de Carl Jung. Esta conferencia le causó un gran impacto emocional, tanto fue así que Beckett la seguiría recordando muchos años más tarde. Versaba sobre el tema «mal nacidos» («never properly born»). El caso es que, ya adulto, Beckett aseguraba a menudo conservar recuerdos de su vida prenatal, como una experiencia horrible, que le provocaba sentimientos de atrapamiento y sofoco dentro del seno materno («feelings of entrapment and suffocation»).Rastros de la conferencia citada se detectan claramente en importantes obras posteriores de Beckett, como Watt y Esperando a Godot Lo que Beckett deja traslucir en sus obras no es sólo el dolor del nacimiento o de un parto difícil, sino también el comienzo de una larga y accidentada odisea vital. Por otro lado, el hecho de que su nacimiento se hubiese producido exactamente en Viernes Santo (viernes 13, además) el escritor lo asimilaba a lo relacionado que el mismo está con el sufrimiento y la muerte.
(Wikipedia)
Nota: Es notable también el parentesco con las ideas de Wilfred Bion y no con la conferencia de Jung, en las siete frases de esta entrada.
©François-Marie Banier - Samuel Beckett - París - 1980
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