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©Eric Drooker
En el pensamiento de Winnicott a la vida se opone la no vida. No la muerte.
La vida y la muerte son partes constitutivas de un proceso vital. La vida, en el sentido winnicottiano de estar vivo o sentirse real, implica tener capacidad de jugar y estar dispuesto a descubrir el mundo.
En cambio, la no vida corresponde al tedio vital, al aburrimiento, a la futilidad.
Vida y muerte son procesos físicos, mientras la vida y la no vida están en relación con el hecho de vivir, con la capacidad de vivir la vida.
Javier Lacruz Navas
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