©Metropolitan Museum N. Y./Paul Cezanne - rocas en el bosque - 1893 - detalle
Peñascos
Peñascos, rostros, profundidades
En el paisaje donde estoy
Cómo reunir el coraje de vivir.
Cuánto de eso se necesita
Para dejar la cama, tomar aire,
Para enfrentar la verticalidad
Con un corazón flojo poco musical
Y para conseguir que entregue
Su calor de persona mayor
Y para andar con la cabeza erguida
Cuando la espalda se preferiría encorvada
Como sorprendida en falta
En su nueva verdad.
Todo aquello se hacía sin mí
Pero ahora debo tomar parte,
Velar por todo bajo la piel,
Reeducar a mis órganos
En su antigua oscuridad
Y apaciguar a esos amotinados
Con miradas de asesinos.
Temo que al menor descuido
Pueda volverme silencio,
Lo temo y lo desearía
Pero por qué esta confidencia de hombre
Más bien que de poeta.
Jules Supervielle
(Traducción de Viridia Woolf)
(Traducción de Viridia Woolf)
©Museo Folkwang/Paul Cezanne - Quarry at Bibémus - 1900 - detalle
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