En el post Evolturas Psiquicas 1, hablaba de la importancia de que los contenidos psíquicos estuviesen dentro de un continente, estar contenidos dentro de una envoltura de naturaleza psíquica.
Esta vez, para este post, parto a la manera de caldeamiento de unas expresiones que todos hemos escuchado o hemos dicho algunas veces.
Por ejemplo: Marta se desenvuelve muy bien en ese tema. Julio es muy desenvuelto, muy espontáneo. Elena sabe desenvolverse muy bien es esas situaciones. Hoy hablamos de esto, de: des-envolverse.
La envoltura psíquica no se reduce a un saco que contiene los elementos del psiquismo, sino que es una estructura compleja y sobre todo dinámica, no estática como un mueble que contiene objetos. Al decir de Didier Houzel es un sistema dinámico que establece una síntesis de los conceptos de fuerza y de forma.
Volviendo sobre los ejemplos...es obvio que para desenvolverse hay que estar envuelto previamente, y si las envolturas son buenas uno se desenvuelve bien; el hecho de ir des-envolviéndose no se lo vive como peligroso, sino que tendrá un aspecto lúdico, el gozo de expresarse.
Siguiendo otra vez a Hauzel, la envoltura psíquica se la puede comparar con un campo de fuerza semejante al que se produce en torno a un imán que organiza según formas precisas siguiendo líneas de fuerza las limaduras de hierro circundante. Él nos dice que la envoltura contiene un objeto atractor (que no es una imagen interior) que viene a completar el despliegue dinámico de las pulsiones, a estabilizar ese despliegue y de este modo evitar la explosión psíquica, una "catástrofe generalizada". O sea que la envoltura nos permite ser espontáneos, estar abiertos y no correr el peligro de una conducta des-controlada (Hay gente que confunde descontrol con espontaneidad) Como acabo de decir es un despliegue estabilizado y por ello mismo participa de lo estético.
Se puede disfrutar desde las envolturas. Las envolturas están vivas.
En este desenvolverse con acierto podemos ver encriptado el concepto de devenir de Gilles Deleuze. Indudablemente se trata de un devenir que no es peligroso sino que el desenvolverse está orientado a un crecimiento, a una verdad. Sería mas bien una envoltura temporal. El tiempo como envoltura.
Para Didier Hauzel la envoltura estaría compuesta por tres zonas o capas, tres hojuelas como las llama él. La envoltura psíquica tiene un proceso evolutivo, un desarrollo y habría tres tiempos fundamentales.
El ejemplo de una envoltura aprisionante o patológica se da en los casos de autismo. Es una envoltura que no se abre, se podría graficar como una cinta de Moebius, si nos imaginamos que vamos caminando por una cinta de éstas, si las pulsiones recorren una cinta así, podemos ver que nos encontraríamos en un mundo sin límites, "sin fin", una envoltura recurvada sobre sí misma y totalmente indominable. Imposible de desenvolver.
La primera hojuela está muy próxima a lo corporal, al funcionamiento del cuerpo. Primero se va a diferenciar lo que Didier Anzieu llama Yo-Piel. Se puede intentar captar esto poniédose en disposición de sentir la propia piel psíquica, que no es la piel del anatomista, que no es la piel del dermatólogo. Ya que siguiendo a Esther Bick la imagen más antigua, mas elemental del cuerpo es la del cuerpo contenido dentro de una piel. Si nos disponemos a sentir toda la piel de nuestro cuerpo, a la vez, lo que percibimos es la envoltura psíquica más antigua. (aunque pueda haber envolturas o "recipientes" captados con anterioridad éstos son parciales)
Al principio, en el primer tiempo el niño y la madre quedan fundidos en una membrana simbiótica, la "misma" envoltura, "una envoltura para dos" y la apertura del mundo psíquico del niño se hará aproximadamente en dos tiempos:
En un primer tiempo está la capacidad de "reverie" de la madre, la capacidad de ensoñación, esto de ensoñar se trata de poder a través de ensoñaciones conscientes saber que es lo que el niño necesita, saberlo cuando el bebé no puede hablar aún y así actuar en consecuencia: alzarlo, cantarle, cambiarlo, arroparlo, sostenerlo, etc. Es como una actividad onírica que la madre sueña para y por el niño. Nuestros primeros sueños no nos pertenecen del "todo"ya que es la madre la que tejió en un primer momento la envoltura onírica. Este es uno de los momentos maternos de la génesis de las envolturas. Otro, entre otros, muy importante es la manera de sostener al bebé por ejemplo.
Un segundo momento es el tiempo paterno. La función paterna interviene para abrir la simbiosis que se estableció entre el niño y la madre, para garantizar la identidad de cada uno sin por eso arrancar el hijo a la madre ni segregarlo de sus raíces simbióticas. Punto importante este concepto de abrir (desenvolver para envolver de otra manera, más apropiada al momento evolutivo) y no de "cortar" como se entiende vulgarmente por aquello de "cortar el cordón umbilical". Se puede hablar en este momento de envolturas paternas. Aquí es el momento de dar importancia a los símbolos (maternos y paternos) como consolidadores del mundo psíquico y de sus envolturas.
Sergio Canadé - abril 2011 - Santa Cruz de Tenerife
en las imágenes el bailarín Vladislav Egay a los 62 años bailando "Solo para la Danza" en fotografías de Elzara Muz - 2010
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