miércoles, 21 de septiembre de 2011

DECRECIMIENTO (TRES)



                                                                               Serge Latouche en la fotografía

¿El reino del siempre más?

S.L: El Crecimiento es un concepto extraño, porque es algo que a nosotros nos resulta familiar y vivimos en una Sociedad de Crecimiento. Es algo muy evidente, pero si lo contrastamos con otras culturas humanas resulta que es una excepción. Es algo propio de Occidente, y sólo en los últimos siglos, desde la llamada "Revolución Industrial" inglesa. Es un concepto muy extraño y además imposible de traducir a la mayoría de las lenguas no europeas.
Porque la mayoría de las sociedades humanas no imaginaban que tuvieran que meterse en una trayectoria en que mañana siempre será "más" que hoy y en que "más" siempre será mejor. Pensaban que debían realizar el bien común, o un cierto nivel de satisfacción y que luego se detendrían ahí.El crecimiento podría tener sentido porque es una imagen que los economistas han tomado de los biólogos, en particular de la biología evolutiva. Pensamos que como con la semilla que se entierra, germina y crece. Las plantas crecen. Pero las plantas crecen y mueren.
Nosotros, la sociedad moderna, creemos que el crecimiento es algo "ilimitado". Es este estado ilimitado lo que supone un problema, porque creemos que es razonable - por ejemplo cuando tenemos un déficit alimentario, o de cualquier cosa, de agua, etc .- forzarse a resolver este déficit, es decir, hacer crecer la cantidad de alimentos o de agua disponibles, en último término hacer crecer la salud, etc, hasta un cierto punto.




Pero, hemos hecho del crecimiento una especie de "fetiche" y se ha convertido en un poco de "todo y cualquier cosa", incluyendo el crecimiento de la contaminación, de las enfermedades, del envenenamiento, etc
Por estas razones es un concepto perverso, porque en realidad es inconcebible que, en un mundo finito, pueda haber un crecimiento infinito.

El producto Interior Bruto ¿Es una medida de nuestra felicidad?

S.L: Cuando hablamos de crecimiento económico tenemos un índice, que también se ha convertido en una especie de fetiche, del crecimiento económico: el Producto Interior Bruto (PIB) o Producto Nacional Bruto, por cabeza o global. Es un índice estadístico que se supone evalúa la riqueza.
Pero como se sabe en esa riqueza entra de todo, incluyendo la contaminación, los gastos incurridos en reparar la contaminación. Se sabe que las catástrofes son al fin y al cabo, "buenas noticias" para el crecimiento del PIB, y los remedios que se ofrecen también son buenas noticias.
Así, este crecimiento de la riqueza medido por el PIB, supuestamente mide algo que de hecho era una idea nueva en la Europa del siglo XIX:  LA FELICIDAD.
La felicidad se mediría por el crecimiento del PIB, lo que para el ciudadano significa el crecimiento del consumo. Consumir cada vez más. Y ahí vemos de nuevo la absurdidad del concepto, por el hecho de que es ilimitado, consumir siempre más no tiene sentido más allá de cierto umbral.

¿Salir del crecimiento?

S.L.: Hay que ser claro: el "decrecimiento" es un slogan, no es un concepto, y por lo tanto no es algo simétrico con el crecimiento. Hay teorías sobre el crecimiento pero no las hay sobre el decrecimiento. El decrecimiento es un slogan hecho para romper de algún modo las voces dominantes de la ideología del crecimiento.
Si quieren ser rigurosos habría que hablar de acrecimiento, igual que ateísmo. Se trata precisamente de una religión: el crecimiento es una auténtica creencia, un auténtico culto con sus rituales consumistas. Así, hablar de decrecimiento es querer decir que un crecimiento infinito no es posible en un mundo finito.
Todos los problemas que conocemos, ecológicos, sociales, culturales, etc, son engendrados por el crecimiento. Entonces hay que salir de una mecánica infernal, y por ello la palabra "decrecimiento" tiene un lado provocador.


                                                                         Serge Latouche en la fotografía

¿Cantidad de bienes o calidad de vida?

S.L.: Concretamente una sociedad de decrecimiento se basaría de entrada en un cambio de imaginario, un cambio de valores, ya que la sociedad de crecimiento se basa sobre un número de creencias.
La creencia de que el hombre debe dominar siempre la naturaleza, que debemos producirm más para consumir más, y esto para producir más, etc.; que debemos trabajar siempre más, para producir más, para consumir más, para ganar más.
Se necesita todo un cambio de valores y de mentalidad, que debe llevarnos a otros objetivos, una revalorización de los aspectos no cuantitativos, no mercantiles de la vida humana.
Descubrir otras formas de riqueza, que no sean las económicas o mercantiles.Y en particular la riqueza de las relaciones. Las relaciones más fuertes en el seno de la familia, con los amigos, con los otros. Vivir mejor en sociedad. Esto es mucho más importante que consumir más aparatejos.


                                                                                                   Sergio Canade - 2011

Reestructurar el aparato productivo, evidentemente, en función de otras formas de producción. Porque es esencial para el planeta, para reducir lo que los especialistas llaman "huella ecológica".

La medida de nuestros excesos?

S.L.: La "huella ecológica ha sido popularizada a través de nuestro presidente en Johannesburgo. Es la cantidad de espacio bioproductivo que nuestra forma de vida consume. En otras palabras, para alimentarnos, para vestirnos, para utilizar coches, para toda nuestra vida - lo comprendemos fácilmente con la comida - necesitamos tierra, y el reciclaje de nuestros residuos también requiere una cierta cantidad de tierra. Un coche también requiere, a través de sus minerales, un pedazo de tierra y el reciclaje de nuestros residuos también requiere una cierta cantidfad de tierra.
El planeta es finito, el espacio bioproductivo, es decir, el espacio que nos permite vivir gracias a lo que produce es limitado en este planeta.

Fin de la primera parte de la entrevista realizada a
 Serge Latouche
el 18 de mayo de 2008

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