martes, 26 de enero de 2010

VOLANDO

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...............Siempre me llamó la atención cuando en sueños se vuela, la sensación que se vive dentro de los mismos. Es fácil con las demás sensaciones "corporales" vividas en el sueño saber de donde provienen, pero eso de volar, no lo localizaba. Si se trataba de una herencia filogenética no estaba claro; siempre que he preguntado nadie sueña que "aletea"como las aves, sino que es levitar y desplazarse como Superman, no tan sideral, tan alto, pero sí por el aire.

Observando a un bebé de menos de un mes que desde su cochecito llora y se arquea, levantándose por la cintura, que se tranquiliza cuando su madre lo levanta en sus brazos y sabiendo que en esa edad aún no se diferencia el yo del no-yo, lo propio de lo ajeno, que es una etapa donde persiste aún la simbiosis primaria, se puede pensar de acuerdo con esto que el bebé no sabe quien lo levanta hacia arriba y también que puede creer que es él quien se eleva sin ayuda. Pero cuando más claro he visto el origen de la sensación de levitar es cuando los padres toman a los niños en brazos en los comienzos de la etapa del "deambulador", o sea cuando ya pueden estar de pié y empiezan a andar y a correr (y a caer). Los adultos, lo he visto mucho en los padres, más que en las madres, toman a los niños por la ropa de la espalda y los elevan desde el suelo con un solo brazo hasta arriba y luego en un segundo paso lo sostienen con los dos brazos. Creo que es fácil asociar la sensación de vuelo de los sueños, con este elevarse por los aires de los bebés. Me parece que los sueños donde se vuela toman estos "recuerdos" para construir el sueño. Ahora, claro, durante el sueño creemos que nos elevamos nosotros solos, sin ayuda. La fantasía de "estar suspendido"en el aire, es la fantasía de estar sostenido, de estar protegido.

Está claro que esto no explica "todo" sobre la sensación de volar en sueños. Sabemos que los que hacen Ala Delta o Parapente tienen estas sensaciones ya de adultos, estando despiertos y que ellos también han soñado que vuelan antes de practicar estos deportes. De lo que quiero hablar es de la sensación de volar, la experiencia onírica que mientras dura nos la creemos y la sentimos como si fuera real. Es oníricamente real. Y del posible origen de esta memoria corporal de "volar".

Sergio Canadé - enero 2010 - Santa Cruz de Tenerife

imagen: Erik Rijssemus - Sin título (¿Los durmientes?)- óleo 2008

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