martes, 9 de junio de 2009

LO INESPERADO (DOS)

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. ...........Daniel Cohn-Bendit, el político ecologista franco-alemán, líder del Mayo del 68 (expulsado después por orden de De Gaulle) y uno de los más brillantes oradores europarlamentarios en las tres últimas legislaturas, se ha convertido en el verdadero vencedor de las elecciones europeas francesas, a juzgar por su protagonismo en el día siguiente. Incluso más que Nicolas Sarkozy, tal vez porque la victoria incontestable del partido del presidente de la República, que ha obtenido el 27,8% de los votos, estaba cantada, y la de Cohn-Bendit, con el 16,2%, ha resultado inesperada, sorprendente y abultada. .

.Su partido, Ecología Europea, que en las anteriores elecciones europeas de 2004 se atrancó en el 7,41%, reunía a otro carismático y original activista francés, José Bové, enemigo de la comida basura, y a la ex magistrada Eva Joly. Pero se debe sobre todo a Cohn-Bendit, a su personalidad tumultuosa y su manera original, inteligente y acertada de llevar esta campaña el desbordante éxito de su agrupación, sólo dos décimas por detrás del Partido Socialista francés (PS) y muy por encima del centrista Modem, que se quedó con el 8,45%.

..Dany el Rojo (bautizado así en las barricadas del 68 por su ideología y por el color del pelo), sigue acudiendo a sus 64 años despeinado a las entrevistas de la televisión, sin corbata, con cazadora y gafas redondas. Durante las dos semanas de campaña evitó caer en la trampa de dedicar todos sus minutos a criticar a Sarkozy y su política económica (como hizo en un principio el centrista François Bayrou) o hizo siempre el PS. Se centró en hablar de Europa y de ecología..

..Antonio Jiménez Barca - El Pais - 9-6-2009
.imagen: fotografías de François Lafite .

lunes, 8 de junio de 2009

LO INESPERADO

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La máquina no trivial -


....... Los seres humanos, la sociedad, la empresa, son máquinas no triviales: es trivial una máquina de la que, cuando conocemos todos sus inputs, conocemos todos sus outputs; podemos predecir su comportamiento desde el momento que sabemos todo lo que entra en la máquina. De cierto modo, nosotros somos también máquinas triviales, de las cuales se puede, con amplitud, predecir los comportamientos. En efecto, la vida social exige que nos comportemos como máquinas triviales. Es cierto que nosotros no actuamos como puros autómatas, buscamos medios no triviales desde el momento que constatamos que no podemos llegar a nuestras metas. Lo importante, es lo que sucede en momentos de crisis, en momentos de decisión, en los que la máquina se vuelve no trivial: actúa de una manera que no podemos predecir. Todo lo que concierne al surgimiento de lo nuevo es no trivial y no puede ser predicho por anticipado. Así es que, cuando los estudiantes chinos están en la calle por millares, la China se vuelve una máquina no trivial... ¡En 1987-89, en la Unión Sovietica, Gorbachov se condujo como una máquina no trivial! Todo lo que sucedió en la historia, en especial en situaciones de crisis, son acontecimientos no triviales que no pueden ser predichos por anticipado. Juana de Arco, que oye voces y decide ir buscar al rey de Francia, tiene un comportamiento no trivial. Todo lo que va a suceder de importante en la política francesa o mundial surgirá de lo inesperado. Nuestras sociedades son máquinas no triviales en el sentido, también, de que conocen, sin cesar, crisis políticas, económicas y sociales. Toda crisis es un incremento de las incertidumbres. La predictibilidad disminuye. Los desórdenes se vuelven amenazadores. Los antagonismos inhiben a las complementariedades, los conflictos virtuales se actualizan. Las regulaciones fallan o se desarticulan. Es necesario abandonar los programas, hay que inventar estrategias para salir de la crisis. Es necesario, a menudo, abandonar las soluciones que solucionaban las viejas crisis y elaborar soluciones novedosas.


Prepararse para lo inesperado


......La complejidad no es una receta para conocer lo inesperado. Pero nos vuelve prudentes, atentos, no nos deja dormirnos en la mecánica aparente y la trivialidad aparente de los determinismos. Ella nos muestra que no debemos encerrarnos en el contemporaneísmo, es decir, en la creencia de que lo que sucede ahora va a continuar indefinidamente. Debemos saber que todo lo importante que sucede en la historia mundial o en nuestra vida es totalmente inesperado, porque continuamos actuando como si nada inesperado debiera suceder nunca. Sacudir esa pereza del espíritu es una lección que nos da el pensamiento complejo. El pensamiento complejo no rechaza, de ninguna manera, a la claridad, el orden, el determinismo. Pero los sabe insuficientes, sabe que no podemos programar el descubrimiento, el conocimiento, ni la acción. La complejidad necesita una estrategia. Es cierto que, los segmentos programados en secuencias en las que no interviene lo aleatorio, son útiles o necesarios. En situaciones normales, la conducción automática es posible, pero la estrategia se impone siempre que sobreviene lo inesperado o lo incierto, es decir, desde que aparece un problema importante. El pensamiento simple resuelve los problemas simples sin problemas de pensamiento. El pensamiento complejo no resuelve, en sí mismo, los problemas, pero constituye una ayuda para la estrategia que puede resolverlos. Él nos dice: «Ayúdate, el pensamiento complejo te ayudará.» Lo que el pensamiento complejo puede hacer, es darle a cada uno una señal, una ayuda memoria, que le recuerde: «No olvides que la realidad es cambiante, no olvides que lo nuevo puede surgir y, de todos modos, va a surgir.» La complejidad se sitúa en un punto de partida para una acción más rica, menos mutilante. Yo creo profundamente que cuanto menos mutilante sea un pensamiento, menos mutilará a los humanos. Hay que recordar las ruinas que las visiones simplificantes han producido, no solamente en el mundo intelectual, sino también en la vida. Suficientes sufrimientos aquejaron a millones de seres como resultado de los efectos del pensamiento parcial y unidimensional .
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.Edgar Morin : última parte de la Introducción al Pensamiento Complejo.
imagen: Gottfried Helnwein - Dark Hour - 2003 - óleo y acrílico sobre lienzo.
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lunes, 1 de junio de 2009

LOS VERDES (DOS)

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. Fragmento de la entrevista relizada a Edgar Morin por Angélica Sátiro para la revista Iniciativa Socialista Nº75-
primavera 2005


.S.- ¿Cuáles son las líneas generales de su propuesta ética?

EM.- Hablo de autoética, socioética, antropo-ética y de ética planetaria. Veo al individuo, a la sociedad y a la especie como categorías interdependientes. Ante la complejidad contemporánea no podemos descartar ninguna de esas tres perspectivas. El problema actual de la ética no es el deber, la prescripción, la norma. No necesitamos imperativos categóricos. Lo que necesitamos es saber si el resultado de nuestras acciones está en correspondencia con lo que querríamos para nosotros mismos, para la sociedad, para el planeta. No basta con tener buena voluntad, en cuyo nombre fueron cometidas innumerables acciones desastrosas. Mi ética es una ética del buen pensar y en eso está implícita toda mi idea del pensamiento complejo.

AS.- ¿Podría hacer una síntesis de su teoría del pensamiento complejo?

EM.- Muchos ven en mí a un sintetizador y unificador que, afirmativo y suficiente, trata de presentar una teoría sistemática y global. Pero debo admitir que eso es un engaño, no puedo sacar de la chistera ninguna teoría diciendo “¡aquí estoy, tiren a la basura sus paradigmas anteriores!”. Claro está que la propuesta de pensamiento complejo es fruto de un esfuerzo para articular saberes dispersos, diversos y adversos entre sí. Pero la propia idea de complejidad excluye la posibilidad de unificar, pues una vez que parte de la incertidumbre debe admitir el reconocimiento cara a cara con lo indecible. La complejidad no es una receta que voy distribuyendo. Sólo es una invitación para una civilización de las ideas.El pensamiento complejo es una unión entre simplicidad y complejidad, lo que implica procesos como seleccionar, jerarquizar, separar, reducir y globalizar. Se trata de articular lo que está disociado. Pero no es una unión superficial, ya que esa relación es al mismo tiempo antagónica y complementaria.

AS.- ¿Algun mensaje especial para los lectores de esta entrevista?

EM.- ¡Qué sigamos con nuestra ecología de la acción!

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imagen: Edgar Morin fotografiado por François Lafite en el Teatro Odeon de Paris el 26 de abril de 2009 durante las jornadas de reflexión para la Europa de las Culturas organizadas por la lista Verde.

LOS VERDES

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-------"Europa va mal. Los europeos van mal. A la gente le duele Europa, pero no lo sabe. Hay que reaccionar. Y rápido, porque después será demasiado tarde. Rápido, porque lo que le seguirá requerirá tiempo.Vivimos en la época de las grandes angustias. Los actos más sencillos de la vida se convierten en una fuente de inquietud. Comer: la vaca loca nos dice que nos podemos morir. Hacer el amor: el sida impone a los adolescentes restricciones que sus padres no conocieron. Respirar: la contaminación se agrava y ¿quién sabe si los daños del amianto son rarísimos o bien se nos ocultan? Trabajar: el paro no termina de merodear. Algunos imputan a veces estas plagas a Europa: se equivocan, ya que hacen estragos en todas partes. Otros se lamentan de que Europa no nos proteja más de ellas: tienen razón, una gran potencia política debería ser capaz de actuar. De aquí pasamos a la capacidad de Europa o, más bien, a su incapacidad"..............
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..........."Vivimos en la época del ensimismamiento. En el individuo o en la corporación, en el caso de los ciudadanos particulares. También los Estados no piensan más que en sí mismos. Ahora se dedican a las cuentas del Gran Capitán, técnicamente idiotas por añadidura, donde la codicia pelea con la avaricia. ¿Cuánto pongo en el presupuesto europeo, cuánto me llevo? Como si pudiera calcularse el precio de la paz, el precio de la democracia, el precio de la unión"......
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Daniel Cohn-Bendit - 10 de enero de 1997 -( Hace 12 años ) - Los Verdes.
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imagen: fotografía de François Lafite, donde están a la derecha Daniel Cohn-Bendit y Edgar Morín en el Théàtre de l´Odeon - Paris, el 26 de abril de 2009. En el centro el periodista Guillaume Durán.
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