lunes, 4 de noviembre de 2013

CLARICE LISPECTOR: LA ESCRITURA

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“Yo no tengo nada que decir. ¿Por qué no me quedo tranquila, entonces? Pero si yo no me obligo a hablar, el silencio siempre me va a hundir en oleadas. Palabra y la forma será el tablón sobre el que voy a flotar sobre nubes de silencio.”
 
 "Tengo miedo de escribir. Es muy peligroso. Cualquiera que haya intentado sabe. El peligro de provocar las cosas ocultas-pues el mundo no está en la superficie, está oculto en sus raíces sumergidas: en las profundidades del mar. Para escribir tengo que instalarme en el vacío. En este vacío es donde existo intuitivamente. Pero es un vacío terriblemente peligroso: es donde me escurre la sangre. Soy una escritora que teme a las trampas de las palabras: las palabras que digo esconden otras-que? Tal vez voy a decir. Escribir es una piedra echada a lo hondo del pozo."
 
"Escribo para así librarme de mí y luego por fin puedo descansar." 
 
“Escribo como si fuese a salvar la vida de alguien. Probablemente mi propia vida. Vivir es una especie de locura que la muerte comete”.
 
“Soy una escritora que tiene miedo de la celada de las palabras: las palabras que digo esconden otras”.                                                                                          
“Escribo como escribo, sin saber cómo ni por qué: escribo por fatalidad de voz”.
 
“Escribir es tratar de entender, y tratar de reproducir lo irreproducible, es sentir hasta el fondo el sentimiento que de otro modo permanecería vago o sofocador. Escribir es también bendecir una vida que no fue bendecida.” 
 
“Estoy escribiendo porque no sé qué hacer de mí. Es decir: no sé qué hacer con mi espíritu”.
“Dame tu mano desconocida que la vida me está doliendo y no sé cómo hablar – la realidad es demasiado delicada, sólo la realidad es delicada, mi irrealidad y mi imaginación son más pesadas”.

 
                                                            ©Sitios en el Corazón - Clarice Lispector - Mirada
 
 
“No pienses que escribo aquí mi secreto más íntimo, porque hay secretos que ni siquiera me cuento a mí misma. Y no es sólo el último secreto sin revelar: hay muchos secretos primarios que dejo que permanezcan como enigma”.
“Escribo con los trazos vivos y ásperos de la pintura.”
“No, no es fácil escribir. Es duro como partir rocas. Saltan chispas y astillas como aceros pulido.”
"Ese tránsito de la introspección subjetiva: “Sé lo que estoy haciendo aquí: cuento los instantes que gotean y son gruesos como sangre." 

“Todo acaba pero lo que te escribo continúa. Y eso es bueno, muy bueno. Lo mejor todavía no se ha escrito. Lo mejor está en las entrelíneas.” 
“Te escribo en desorden, ya lo sé. Pero es como vivo. Yo sólo trabajo con encuentros y pérdidas.”
“Quien no está perdido no conoce la libertad y no la ama. En cuanto a mí, asumo mi soledad. Que a veces se extasía como ante los fuegos artificiales. Soy sola y tengo que vivir una cierta gloria íntima que en la soledad puede convertirse en dolor. Y el dolor, en silencio. Guardo su nombre en secreto. Necesito secretos para vivir.”
“¿Tengo un argumento de vida?, soy inesperadamente fragmentaria. Soy poco a poco. Mi historia es vivir. Y no tengo miedo del fracaso. Aunque el fracaso me aniquile quiero la gloria de caer. Mi ángel lisiado que se lastima huraño, mi ángel que cayó del cielo al infierno, donde vive gozando del mal.” 

“¿En algún momento perdido en la vida se anuncia para cada uno de nosotros una misión que cumplir? Pero rechazo cualquier misión. No cumplo nada, sólo vivo.” 

 
 

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