viernes, 9 de noviembre de 2012

ACERTAR SIETE VENCEDORES DE NUEVE


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 ©Michael Montfort - Bukowski apostando en el hipódromo de Santa Anita - 1992



Pivano:  Pero, por ejemplo ¿Cómo es posible que tengas tres gatos?

Bukowski:  bueno, uno de los gatos pertenece a Linda, asi que cuando comenzamos a vivir juntos había automáticamente un gato, viene con la señora, ¿verdad? De acuerdo. El otro pertenecía a Sam, el del burdel, es un gato viejo,Sam se ha vuelto loco y nos llevamos el gato. Se llama Butch. Así que nos trajimos el gato a casa, con nosotros.Y luego el tercer gato ha entrado a casa por su cuenta, se moría de hambre. Es posible que no te importen muchas cosas, pero cuando al final un gato pierde la voz y se le ven los huesos asomando por los pelos, por lo menos lo alimentas ¿no? Quiero decir que tampoco somos tan indiferentes. Así que si le das de comer a un gato una vez, ya no vuelve a irse. No tengo excusas por tener tres gatos (risas)

Pivano:  estaba relacionando el hecho de que no te gusta la naturaleza ni los pájaros, pero te gustan los gatos. Y me han dicho que te molesta mucho ver que un gato llega a casa con un pájaro en la boca.

Bukowski:  es por eso que no me gusta la naturaleza ¿entiendes?

Pivano: ¿Porque la naturaleza es cruel?

Bukowski:  A veces sí. No es que esté muy preocupado por la crueldad de la naturaleza. No me preocupa gran cosa. Sólo cuando la gente me dice "Oh, ¡Qué hermosa es la naturaleza!", yo contesto:"Sí, si a ti te lo parece." Quiero decir que no voy por ahí pensando que la naturaleza es cruel. No escribo poemas sobre eso. Me parece que le estás dando demasiada importancia. Yo no pienso en la naturaleza. Yo pienso en...Bueno, la tarde del próximo martes voy a las carreras. No tengo pensamientos grandiosos. No tengo pensamientos amplios de naturaleza filosófica. Soy muy sencillo, y cuando escribo poemas tratan de cosas sencillas. Y creo que éste es el motivo de que tanta gente que casi nunca lee poemas, cuando lee mis poemas entienden de que tratan.

Pivano: ¿Qué prefieres escribir, poesía o narrativa?

Bukowski:  Bueno, depende del humor. La poesía siempre es más fácil de escribir, porque se puede escribir cuando uno está completamente borracho o completamente feliz o completamente desgraciado. Siempre se puede escribir un poema. Así que el poema es algo muy cómodo, es una expresión emotiva que salta fuera. La narrativa, o el relato, debes sentir mucho para escribirlo. En fin, depende de mí, de mi humor. Si me siento bien puedo escribir narrativa y si me siento bien puedo escribir poesía. Pero si me siento mal ¿comprendes?, la única diferencia es que si no me siento muy bien puedo escribir cantidad de poesías. Y en la mayor parte de mi vida he escrito millares de poemas. Así que puedes darte cuenta de como me sentía.

Pivano: ¿Cuáles son las cosas que te hacen sentir feliz y cuáles las que te hacen sentir desgraciado? ¿El éxito en el amor, quiero decir, en hacer el amor?

Bukowski:  Oh, no, no, ésta es una de las cosas que menos me preocupan.

Pivano: ¿Entonces, qué?

Bukowski:  Bueno, creo que ir a las carreras y acertar siete vencedores de nueve.

Pivano:  No me tomes el pelo.

Bukowski:  Hablo en serio. Es como una magia. Miro todos estos caballos y digo: "Número seis" y gana el seis. Me dan el dinero. No es exactamente por el dinero. Pero sí la aprobación del dinero. Y muchos días sale así. Sale así y el caballo gana. Es como un viaje mágico.


 ©Michael Montfort - Bukowski apostando en el hipódromo de Santa Anita - 1992

 
Wolberg:  Hank tiene hasta un sistema. Tiene varios sistemas.
 
Bukowski: Miles
 
Wolberg:  Y el sistema tiene que ver con apostar en contra de la masa de la gente. El sistema es muy semejante a su otra línea de pensamiento.
 
Bukowski:  Sí, en jugar a la contra. Apuesto por el caballo más lento que consigo encontrar: el caballo con peor aspecto al precio más bajo que consigo encontrar. En otras palabras, hago lo contrario. Y salgo mucho mejor parado que mucha gente.
 
 
 
 ©Michael Montfort - Bukowski apostando en el hipódromo de Santa Anita - 1992
 

Pivano: ¿Y qué debo pensar que te hace sentir desgraciado?
 
Bukowski:  Ah... conceder entrevistas.
 
Pivano: Gracias.
 
Bukowski:  Tener angustia, cuando me duelen los pies: los pies me duelen mucho. Creo que lo que me hace sentir peor es encontrarme entre una multitud de gente, una multitud con mucha gente, y escuchar su conversación. Me hace sentir absolutamente desgraciado. No sólo desgraciado sino que casi me vuelvo loco. Porque allí está toda la humanidad y yo bloqueado en el centro y eso es todo lo que saben decir.
 
Pivano: ¿porque la conversación es banal?
 
Bukowski: Peor que banal, es insensata, es...los perros hablan mejor, y ni siquiera saben hablar. Sí, típicamente banal. No me gusta la multitud cuando no dice nada. Me gusta estar al maegen de las multitudes, de los lugares llenos de gente. Más de una vez bajaba todas las persianas, no contestaba el timbre a quien llamaba o lo que fuese durante una semana seguida. Me limitaba a estar tendido a solas en la cama. No ver a nadie, no hacer nada. Es muy gratificante para mí.
 
Wolberg: ¿Crees que es una característica de tu personalidad o una exigencia de los escritores? De los buenos escritores.
 
Bukowski: Creo que depende de mi personalidad.
 
Wolberg: Así que no tienes nada que objetar a otros escritores digamos como Ginsberg, a los que les gustan de verdad las multitudes, por lo que parece.
 
Bukowski: Bueno, probablemente recoge energías de las multitudes. Recoge la que yo pierdo.
 
Pivano: ¿Y crees que es esta la razón que te ha llevado a vivir en un lugar tan aislado?
 
Bukowski: Oh, sí, naturalmente. San Pedro es un sitio magnífico.No querría vivir en San Francisco o en la ciudad de Nueva York, ya que puedo elegir.
 

 ©Michael Montfort - Bukowski apostando en el hipódromo de Santa Anita - 1992
 
 
....mas adelante la entrevista prosigue refiriéndose a viviendas anteriores, cuando vivía en barrios marginales de Hollywood....
 
Bukowski:  Bueno, habría podido vivir en una zona mejor, de haberla buscado y haberme preocupado. Es decir, cierto tipo de gente nunca habría vivido donde vivía yo, porque piensan que este tipo de lugares es horrible. A mí me gustaba bastante porque no tenía que tratar con la gente media. "Buenos días, qué día tan hermoso", no tenía que preocuparme de todo esto, ¿entiendes?
 
Pivano:  Sí, esto resulta muy claro en tus escritos. Pero yo me pregunto las causas, ¿dónde están las causas de todo esto, dónde y cuándo comenzaron, porque no amas a la humanidad?
 
Bukowski: Veamos...yo no analizo jamás, me limito a reaccionar. Si no me gusta algo, no me meto. Pero nunca intento descubrir: "¿Porqué no me gusta esto?".Yo ando con todos mis prejuicios. Jamás intento mejorarme o aprender algo, sino siendo exactamente lo que soy. No soy uno que aprende, soy uno que evita. No tengo ganas de aprender, me siento perfectamente normal dentro de mi comportamiento loco.
 
Pivano: Pero ¿qué evitas?
 
Bukowski: Llegar a ser como los demás.
 
Pivano: ¿Y piensas que si aprendes algo sobre tí mismo te conviertes en otra persona?
 
Bukowski: Si fuera a ver a los psiquiatras y descubriera donde se cruzan todos mis hilos, enderezase todos mis hilos, bueno, probablemente comenzaría a dar palmaditas en la cabeza a los niños, a sonreir a los manzanos, y subiría arriba a escribir y escribiría porquerías que nadie querría leer, porque sería lo que todos dicen o hacen o fingen decir y hacer. Cuando subo arriba a escribir es lo que soy ahora. Incorrupto. Yo mismo.
 
 
                    ©Michael Montfort - Bukowski en Santa Anita
 
 
Pivano:  Tomemos ahora el problema desde otro punto de vista.
 
Bukowski: ¿Problema?
 
Pivano: Sí, para mí. ¿Cuándo comenzaste a descubrir que no amabas a la humanidad?
 
Bukowski:  Mi abuela contaba que cuando yo era pequeñísimo se inclinó sobre la cuna para besarme y yo le solté un puñetazo en la nariz (risas). Probablemente aquella era la primera cara humana que yo veía. Así que, como bien sabes, uno contempla a sus padres y se pregunta que son esas cosas altas, mudas, que tienen poder sobre nosotros.
 
Pivano: Oh, porque tienen poder. No te gusta que tengan poder.
 
Bukowski:  No, yo quiro el poder, ¿tú no? Luego se va a la escuela primaria, y comienza un viaje de completo horror. Porque hay toda esa gente que tienen tus mismas medidas y todos hacen cosas cretinas: echarse balones encima y gritar. Son idiotas. Yo me los miraba y decía: "Eh, tienes algo que no te funciona". Y ellos me miraban y decían: "Eh, tienes algo que no te funciona." Así que  siempre estábamos así: a un lado la multitud y yo al otro, desde el comienzo. No hay salida. Ocurre lo mismo ahora cuando doy una lectura de poemas, vienen a verme, pero yo soy yo y ellos son otros, y todavía seguimos enfrentados, ¿entiendes? Y ellos lo saben y hay una reacción. Estoy empezando a escribir una novela sobre esta infancia.
 
Pivano: ¿También contarás historias de amor de la infancia? ¿Cuándo comenzaste tus escenas amorosas?
 
Bukowski: Creo que tuve mi primera mujer cuando tenía veintitrés años.
 
Pivano: ¿Veintitrés?
 
Bukowski: Sí
 
Pivano: Entonces es por eso que tuviste que compensar todo el tiempo perdido.
 
Bukowski: Claro, he tenido que tomármelo en serio y ha sido cuando he escrito las novelas, sabes, Women, con todas esas mujeres. Creo que ha sido un período de cerca de cinco años. Luego, ya he tenido bastante y me he dicho: ya no necesito esto. No es lo que dicen que soy.
 
Pivano: ¿Y que hacías antes de ir con mujeres?  ¿Hasta los veintitrés años? ¿Ibas con chicos?
 
Bukowski: Oh no, no querida.
 
Pivano: ¿Nunca has llevado a cabo esta experiencia?
 
Bukowski: Bebía, sólo bebía.
 
Pivano: ¿De tan joven, incluso de chico?
 
Bukowski: Oh, comencé muy pronto. Dieciseis, quince años.
 
 
Fragmentos del libro:
 
Lo que más me gusta es rascarme los sobacos
Donde Fernanda Pivano entrevista a Bukowski
 
 
 

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