viernes, 22 de junio de 2012

WINNICOTT Y EL ABURRIMIENTO


.
                                                                                                       ©Andy Hixon


La idea de aburrimiento en Winnicott implica la ausencia de una vida creativa: el sentimiento de que nada tiene sentido, de que la vida no merece la pena ser vivida.
Lo aburrido o lo fútil corresponde, por tanto, a la no vida, al sinsentido de la vida, al vacío existencial; está ligado a la sumisión y a la imitación.

Lo vincula a un desarrollo emocional cautivo, por carencia ambiental, en el que el individuo es incapaz de generar un gesto espontáneo. En consecuencia, le otorga un carácter patológico.

El aburrimiento –o sus sinónimos: el tedio vital, el hastío o la apatía– se opone a todo lo que este autor valora: lo dinámico, lo activo, lo espontáneo, lo creativo, en suma, todo lo que representa lo vivo, a todo lo que implica sentirse real, estar vivo.

   Javier Lacruz Navas

.

No hay comentarios: